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La Capital December 16, 2005

Bush descarta la opción militar pese a las provocaciones de Irán

Cuestionado por la invasión de Irak, Washington apuesta a la diplomacia para controlar al régimen de Teherán

By Laszlo Trankovits

Washington. - El presidente de EEUU, George W. Bush, se ha vuelto más moderado. Cuando en 2002 fustigó a Irán, Corea del Norte e Irak definiendo estos países como el "eje del mal" y asegurando que constituían una amenaza para el mundo libre, era imposible no escuchar los ruidos de sable de Washington. No mucho más tarde, avanzó la "coalición de los dispuestos" en Irak y derrocó al régimen de Saddam Hussein.

Ahora, Irán provoca como nunca antes a Occidente con sus ambiciones nucleares y las exigencias de eliminar el Estado de Israel, pero las voces de indignación de Washington apenas roban el sueño al gobierno de Teherán.

Bush volvió a hablar por primera vez en mucho tiempo del "eje del mal" que fomenta el terrorismo y que quiere chantajear a Occidente con las armas de destrucción masiva. Pero subrayó que se trata de convencer a Teherán con medios diplomáticos de sus planes atómicos o de desviarlo del camino de la guerra.

Apenas habló de su visión de un nuevo orden mundial, la lucha contra la tiranía, así como de difundir la democracia y la libertad. El sangriento día a día en Irak desde que concluyera la invasión hace ya casi tres años ha dejado huella en el ánimo del presidente estadounidense.


Indignación mundial
El gobierno de EEUU se sumó a la indignación mundial que provocaron las "escandalosas manifestaciones" del presidente iraní, Mahmud Ajmadineyad. La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, calificó Irán de un "problema" para la estabilidad de Medio Oriente. "El régimen de Teherán -dijo- está al margen de la comunidad internacional".

Pero el gobierno estadounidense, criticado por muchos aliados por su intervención unilateral en Irak, parece haber aprendido en lo que se refiere a Irán. Las recientes provocaciones de Teherán han puesto de manifiesto "cuán necesaria es la cooperación de la comunidad internacional para apartar a Irán del desarrollo de armas nucleares", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.

Washington sigue apostando por los esfuerzos diplomáticos de Alemania, Francia y Gran Bretaña para impedir que los iraníes fabriquen armas nucleares.


Debilidad estratégica
El largo, y hasta la fecha infructuoso, debate sobre la forma correcta de actuar con Teherán ha desembocado en "una debilidad estratégica de Occidente", según asegura Los Angeles Times. Irán "ha sacado provecho magistralmente y hasta los límites de los esfuerzos estadounidense y europeos". Sin el apoyo de Moscú o Pekín, los esfuerzos nucleares de Irán son difícilmente evitables, señaló el rotativo.

Bush ha reiterado en varias ocasiones de no descarta "ninguna opción", ni siquiera la militar, en la "guerra contra el terrorismo internacional", pero intervenir militarmente en Irán, enemigo tenaz de EEUU e Israel, es algo en lo que actualmente nadie piensa en Washington, sobre todo desde la toma de rehenes en la embajada estadounidense en Teherán en 1980.

Irak ha sido una lección para todos e Irán, desde el punto de vista de político y militar, es un adversario mucho más peligroso, grande e imprevisible. "La ventana para desarmar a Irán por la vía militar se cierra en 2005", opinaron ya hace más de un año expertos militares del centro de análisis GlobalSecurity.org. (DPA)


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