
La Crónica de Hoy July 06, 2004
Convocatoria a reservistas de EU demuestra vulnerabilidad de su ejército, según analistas
La movilización forzosa de 5 mil 600 reservistas que el Pentágono empieza a comunicar hoy, prueba que el ejército de EU es, en opinión de los analistas, demasiado pequeño para hacer frente a todas sus misiones.
Los reservistas, que tienen por delante un servicio de 18 a 24 meses, serán asignados a unidades que, a partir del 1 de agosto, serán despachadas a Afganistán e Irak, donde Estados Unidos tiene emplazados ya unos 150 mil soldados del Ejército.
Los telegramas que a partir de hoy reciben algunos de los 111 mil 313 miembros de la Reserva de Individuos Preparados (IRR, siglas en inglés), les notifican que tienen 30 días para resolver sus asuntos personales antes de presentarse a lugar de movilización indicado.
La coronel Debra Cook, jefa del Comando de Recursos Humanos de la Reserva del Ejército, explicó que todos los soldados cuando ingresan a esa arma se comprometen a un servicio militar de ocho años. A menudo ese compromiso se divide entre servicio activo, que puede ser en zona de guerra, y la IRR.
"El contrato de enrolamiento especifica exactamente cuál es la división entre servicio activo y la IRR", agregó.
"Lo que hacemos es recurrir al contingente humano disponible y que ya está preparado para la asignación a operaciones", indicó.
Si embargo, no todos tienen la misma opinión.
La convocatoria para servicio en zona de guerra de soldados y oficiales que ya estuvieron allí "demuestra que nunca tuvimos en Irak y Afganistán el número suficiente de tropas", dijo a EFE el coronel retirado de las Fuerzas Especiales del Ejército, Laird Anderson.
"Y esto muestra también que EU tiene por delante una prolongada presencia en Irak", agregó.
"Encaramos una estancia, una presencia militar de por lo menos una década, y el ejército no tiene suficientes soldados", manifestó.
El representante Ike Skelton, de Missouri y el demócrata de mayor jerarquía en el Comité de las Fuerzas Armadas de la cámara Baja, opinó que la movilización de esos soldados de la IRR "es una señal clara de que necesitamos asignar más tropas a un ejército que está recargado de tareas".
Actualmente el Congreso ha autorizado un contingente de 482.400 soldados para el ejército permanente, pero mediante la extensión de servicio, cancelación de retiros y bajas y convocatoria de reservistas, el Pentágono tiene movilizados unos 510 mil soldados.
De ellos unos 330 mil se encuentran apostados en ultramar, desde el golfo a Afganistán, y emplazamientos más tradicionales como Alemania, Corea del Sur y Japón.
Andrew Krepinevich, director del Centro para Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias, en Washington, indicó que la movilización de soldados de la IRR "es otro indicio de que el ejército está extendido en exceso y bajo mucha tensión".
No es la primera vez que el ejército ha usado la IRR: durante la guerra del Golfo Pérsico en 1991 fueron movilizados más de 20 mil soldados de esa reserva. Pero una vez concluido el conflicto armado, pronto volvieron a sus casas.
La movilización de la IRR con plazos más largos, y la extensión del servicio de decenas de miles de soldados que están en Irak y debían haber retornado en abril demuestra, según Krepinevich, un teniente coronel retirado del ejército, que "esa fuerza tiene dificultades para mantener este despliegue de tropas".
Lawrence Korb, un experto del Centro para el Progreso Estadunidense, un grupo no partidista con sede en Washington, también opinó que la movilización de la IRR "muestra cuán tonto fue (el secretario de Defensa, Donald) Rumsfeld quien no permitió que el ejército aumentara su contingente en el último par de años".
Korb, oficial retirado de la Marina y que fue secretario adjunto de Defensa en el gobierno de Ronald Reagan (1981-89), dijo que los miembros de la IRR "son voluntarios que creían que ya habían cumplido con su servicio, y (su movilización forzosa) parece totalmente injusta".
John Pike, director del centro GlobalSecurity que se especializa en asuntos militares, manifestó que "nadie esperaba que la guerra en Irak fuera a prolongarse".
"Rumsfeld pensó que (el exiliado iraquí caído en desgracia) Ahmed Chalabi iba a bajar en paracaídas en Irak e iba a hacerse cargo de todo", añadió.
"El Pentágono no había hecho planes para lo que ha ocurrido. El ejército no está pensado para lo que tiene que hacer ahora", destacó.
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