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Europa Press June 24, 2003

La suerte que haya corrido Sadam Husein podría afectar a la reelección presidencial de Bush

WASHINGTON, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

La cuestión de si Sadam Husein sigue vivo o muerto se ha convertido en un elemento clave para la reelección de George W Bush como presidente de Estados Unidos, según señala un análisis efectuado por el diario británico 'The Independent', que considera que, tras las "evasiones" de Usama bin Laden y del mulá Omar, el actual inquilino de la Casa Blanca vería seriamente dañada su carrera política si alguna cadena de televisión árabe emitiese, en plena campaña electoral norteamericana, un vídeo del ex presidente de Irak en el que invocase a la resistencia.

"Sadam es la personificación del régimen", declaró François Boo, del centro de investigaciones militares GlobalSecurity.Org, con sede en Washington. "Es mucho más fácil declarar la victoria si se ha capturado al líder del país y a la persona que se ha presentado como el mayor obstáculo para la reconstrucción", añadió, citado por el diario.

En estas circunstancias, la captura de Sadam Husein es esencial tanto para Bush como para el primer ministro británico, Tony Blair.

La guerra contra Irak se ha presentado en todo momento como un enfrentamiento entre el Bien y el Mal, en el que Sadam jugaba el papel del diablo. Por ello, si se le capturase, las posibilidades de reelección de Bush y de que Blair pueda silenciar a los sectores críticos de su Partido Laborista aumentarían considerablemente, según el rotativo londinense.

El corresponsal de 'The Independent' en Washington, Andrew Buncombe, recuerda que durante el transcurso de la guerra, Bush reiteró en todo momento que Sadam Husein era el causante de los sufrimientos del pueblo iraquí y que él era la única razón de la guerra, por su negativa a desarmarse. "En ocasiones se volvió algo muy personal", afirmó el corresponsal.

Bush incluso llegó a afirmar, en noviembre de 2001, que "Sadam es el mal". No obstante, tras comenzar la guerra y evidenciarse cada vez más que Sadam había huido y que era posible que no se le encontrase, la administración norteamericana empezó a cambiar su lenguaje. Por ejemplo, el portavoz de Bush, Ari Fleisher, llegó a decir que "el futuro o la suerte de Sadam Husein es un factor, pero tanto si está vivo como si está muerto la misión sigue adelante y los días del régimen están contados".

El análisis de 'The Independent' es concluyente: tras la guerra en Afganistán, la administración norteamericana fue criticada por su incapacidad para detener al líder de Al Qaeda, Usama bin Laden, y al jefe espiritual de los talibán, el mulá Omar. En estas circunstancias, si alguna cadena de televisión árabe emitiese, en plena campaña electoral, un vídeo en el que apareciese Sadam Husein invocando a la resistencia contra la coalición británica y estadounidenses, Bush se vería "políticamente dañado y en una situación muy embarazosa", señala Andrew Buncombe.


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