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El Nuevo Herald March 6, 2002

Una guerra larga y dificil

By Sally Buzbee/Associated Press

Dos helicopteros estadounidenses fueron derribados y varios soldados perecieron en combate. Una intensa batalla se libra en tierra. El enemigo, bien armado y sagaz, esta atrincherado y dispuesto a todo.

Despues de meses de lo que parecio mayormente una operacion de despeje, la subita intensificacion de la guerra en Afganistan ha dejado en claro que la victoria podria estar lejana, tal como ha advertido reiteradamente el presidente George W. Bush.

Incluso podria cobrar un precio elevado, como revela la creciente cifra de bajas.

"Estamos entrando en una fase en la que podemos ir fisicamente a lugares dentro de Afganistan para liquidar bolsones de resistencia. Ello es mas peligroso", admitio el lunes el comandante a cargo de la guerra, el general Tommy Franks.

Por primera vez en la guerra, los soldados norteamericanos estan asumiendo el papel protagonico y librando una batalla campal contra los terroristas de la red Al Qaida, mientras sus aliados afganos desempenan principalmente un papel auxiliar.

Sensibles a la reaccion publica ante los peligros mayores, la Casa Blanca trazo un plan de comunicaciones destinado a convencer a los ciudadanos de que Al Qaida ha sufrido bajas mucho mayores y que Estados Unidos esta ganando. Tambien se proponen recordar al pueblo que las perdida de vidas humanas es parte de la guerra.

"El Presidente ha dicho a nuestro pais que debemos estar preparados para las bajas", indico el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer.

Pero las autoridades temen que, pese a los constantes recordatorios, los estadounidenses podrian tener la falsa impresion de que lo peor ha quedado atras.

Los estrategas del Pentagono se esforzaron en destacar el lunes que habra mas combates en Afganistan y que Estados Unidos no cejara en su intento.

"Las unicas salidas para Al Qaida son rendirse o morir. Nosotros estamos dispuestos a continuar [combatiendo] hasta que sea necesario", afirmo el general Richard Myers, jefe del Estado Mayor Conjunto.

Pero las fuerzas de Al Qaida que enfrenta Estados Unidos tienen tantos recursos que podrian volver a escaparse como lo hicieron antes.

En la segunda mitad de diciembre, unos pocos efectivos estadounidenses que dirigieron y colaboraron con las fuerzas afganas lograron desalojar a los combatientes de Al Qaida de las montanas de Tora Bora. Pero muchos escaparon, al parecer cruzando la frontera paquistani para luego regresar a Gardez, al sur de Tora Bora, donde ahora se encuentran.

Esta vez, de los 2,000 soldados que participan en la nueva ofensiva, la mitad son afganos y la otra parte norteamericanos y efectivos de la coalicion aliada, declaro Franks. Ahora los estadounidenses libran el grueso de la lucha y los afganos desempenan un papel de apoyo tratando de bloquear las posibles rutas de escape.

John Pike, analista de defensa de Globalsecurity.org en Washington, considera que las tropas estadounidenses seguiran a la expectativa indefinidamente esperando indicios de Al Qaida en varias partes del pais.

Segun el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, las operaciones terminaran solamente cuando el gobierno central afgano se afiance y el pais en general se torne mas seguro. "Para eso --enfatizo-- falta bastante".


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